En un contexto de incertidumbre económica, los líderes empresariales no se quedan de brazos cruzados. Están centrados en impulsar la productividad de la plantilla.
Una encuesta reciente de Vistage revela que las preocupaciones económicas son prioritarias y afectan a todos los aspectos, desde los ingresos hasta la contratación. En lugar de esperar a que las condiciones económicas mejoren, los líderes empresariales de hoy en día están tomando medidas proactivas para mejorar la productividad y garantizar que sus organizaciones prosperen.
Al dar prioridad a la productividad, los directivos pueden sortear mejor las turbulencias económicas y mantener la competitividad y resistencia de sus organizaciones. A continuación se exponen cuatro formas en que los directores generales encuentran ganancias de productividad y compensan los factores que arrastran a la baja los ingresos, los beneficios, la inversión y la contratación.
- Invertir en tecnología de IA y automatización
La productividad siempre ha estado ligada a los avances tecnológicos. Desde las cadenas de montaje de la Revolución Industrial hasta la robótica avanzada actual, la automatización ha impulsado sistemáticamente la mejora de la productividad. Ahora, la inteligencia artificial está a punto de continuar esta tendencia.
La IA está al borde de un cambio transformador, que ofrece un potencial significativo para impulsar la productividad individual de los trabajadores. En marketing -donde la creatividad y la investigación son fundamentales- ya se están aprovechando varias soluciones basadas en la nube y herramientas de IA como ChatGPT para optimizar las campañas y personalizar las interacciones con los clientes.
Aunque todavía no se ha desarrollado todo su impacto, la integración de la IA en las aplicaciones empresariales es inevitable. A medida que más herramientas adopten funcionalidades de IA, las organizaciones aprovecharán cada vez más sus capacidades, sentando las bases para una nueva era de mejora de la productividad.
- Mejora de la formación y el desarrollo
Invertir en programas integrales de formación y desarrollo es crucial para impulsar la productividad y preparar a los empleados para el futuro. Los CEOs reconocen que el desarrollo de su fuerza de trabajo tiene que ver con la mejora de las habilidades, así como con el cultivo de la adaptabilidad y el liderazgo.
A medida que las habilidades de inteligencia artificial se vuelven cada vez más esenciales, la formación cruzada garantiza la versatilidad y la adaptabilidad. Al igual que el entrenamiento atlético se centra en la preparación y la práctica para alcanzar el máximo rendimiento, una formación eficaz en liderazgo dota a los equipos de las habilidades necesarias para sobresalir en sus funciones. Al dar prioridad al desarrollo de los empleados, las organizaciones pueden crear una plantilla dinámica y cualificada, preparada para satisfacer las demandas cambiantes.
- Racionalizar los procesos
La eficiencia de los procesos es clave para impulsar la productividad. Los flujos de trabajo ineficaces pueden obstaculizar el rendimiento en organizaciones de cualquier tamaño. Examinando y optimizando estos procesos, los directivos de las empresas pueden eliminar los cuellos de botella y mejorar significativamente la eficiencia operativa.
La tecnología desempeña un papel fundamental al automatizar y perfeccionar los flujos de trabajo, haciendo que las operaciones sean más fluidas y eficaces, al tiempo que permite a los empleados centrarse en tareas de mayor valor.
Además, los procesos racionalizados son esenciales para mantener la continuidad y minimizar las interrupciones causadas por la rotación o las ausencias. Aprovechando la tecnología, las organizaciones pueden convertir las prácticas empresariales cotidianas en potentes motores de crecimiento.
- Fomentar el compromiso y la cultura de los empleados
Una cultura empresarial sólida es la clave para impulsar el compromiso de los empleados, que alimenta la productividad. Los empleados comprometidos comprenden sus funciones, ven cómo sus contribuciones encajan en los objetivos más amplios de la organización y se sienten motivados para rendir al máximo.
La creación de una cultura positiva desempeña un papel importante en el fomento del compromiso. La cultura de una organización actúa como un imán, atrayendo y reteniendo el talento y repeliendo a quienes no se alinean con sus valores. Los empleados comprometidos no sólo impulsan una mayor productividad, sino que también se convierten en defensores de la organización, promoviéndola positivamente dentro de la comunidad.
El compromiso de los empleados va más allá de la satisfacción; implica forjar una conexión profunda entre los empleados y su trabajo. Reconocer y celebrar los logros, fomentar la colaboración y proporcionar tareas significativas son fundamentales para crear una plantilla verdaderamente comprometida.
Navegar hacia el futuro
A medida que las condiciones económicas siguen fluctuando, el objetivo de impulsar la productividad se vuelve aún más importante. Los CEOs están adoptando estrategias multifacéticas para mejorar la eficiencia de la fuerza de trabajo, desde el aprovechamiento de tecnologías de vanguardia como la IA y la automatización hasta la inversión en capacitación integral y el fomento de una cultura empresarial positiva.
Estas estrategias no solo tratan de sortear los retos económicos actuales, sino también de posicionar a las organizaciones para el éxito a largo plazo.
De cara al futuro, las organizaciones que prosperarán serán las que integren eficazmente estrategias de mejora de la productividad en sus operaciones principales, asegurándose de que están bien preparadas para aprovechar las oportunidades a medida que cambie la marea económica.
Este artículo se publicó primero en Vistage US, puedes leer la versión original en inglés aquí.